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| Un mundo feliz, a la vuelta de la esquina. |
Ya está aquí, ya llegó, el rescate y las trolas elevadas al cubo que lo acompañan. Don Tancredo, nuestro amado líder, el timonel del (des)gobierno, una vez más no comparece para anunciarlo ni tampoco para explicarlo de motu propio en el Parlamento, (supuesta) sede de la soberanía popular. Antes de viajar a Polonia -me fumo un puro y aquí paz y después gloria-, tuvo que salir a dar una ruedita de prensa -no prevista- para presentar la "línea de crédito a la banca" (sic) presionado por el entorno, tras su nueva exhibición de ausencia y cobardía. ¿Si no sabe qué hacer, por qué no le pide consejo a su mentor político, ese que decía tener la solución a la crisis y ahora está tan calladito?
Preocupado sólo por acudir al partido de fútbol -ese en el que empatamos a miserias con Italia- y lamentándose de no poder ver la final de Roland Garros debido al desplazamiento, vende como un éxito el siguiente expolio general al que se va a someter al conjunto de la población. O saca pecho, haciéndo un ridículo global por no llamar las cosas por su nombre, por arrogarse de ser él el que presionó a los burócratas europeos o al decir que España no es Uganda en un sms patriotero filtrado a la prensa amiga. No, desde luego, España no es Uganda porque el país africano crece hoy al 4% y no ha pedido ningún rescate.
Hasta 100.000 millones de euros de soga al cuello -si la banca no paga, lo hará el Estado, es decir, todos y todas- y los intereses del préstamo, a tocateja. Saturno devorando a sus hijos, aunque algunos medios del pensamiento único crean en el cuento de la lechera. Veamos la letra pequeña de la ayuda (sic) solicitada, ahí va una selección de opiniones -incluyendo la de algunos incrustados en el sistema que lo ven muy crudo- y de las graves consecuencias -ocultadas descaradamente el pasado sábado- que nos esperan:
- El rescate en 10 puntos: ¡que no te vendan la moto!
- Que no os engañen: ¡continua el hundimiento!
- La letra pequeña del rescate a España
- Esta vez, Europa está de verdad al borde del precipicio
- Embusteros e incompetentes
- Repita conmigo: "no ha sido un rescate, no ha sido una intervención"
- No lo llames rescate, llámalo rapto
- España, entre rescate o contestación
¿Qué implica todo esto? Que España se ha cargado con una losa, un aumento de su deuda del 10% de su PIB que se acabará convirtiendo con los intereses en un 15-16%. Encima, para poder seguir accediendo a este mecanismo de financiación tan oneroso tendrá que recortar y recortar su déficit con los únicos mecanismos que tiene a su alcance: subiendo impuestos, bajando salarios, reduciendo pensiones y deteniendo la obra pública. Todo lo cual agravará la situación económica, con lo que será aún más difícil recaudar impuestos y la situación financiera se deteriorará aún más. Al mismo tiempo, el mercado financiero mundial desconfiará más de España y el interés de la deuda pública subirá y subirá hasta quebrar las finanzas del Estado. No se confundan con el espejismo de esta semana que comienza (la bolsa sube, el interés de la deuda española baja); en el largo plazo el camino que seguirá forzosamente España es el del deterioro imparable de sus finanzas. Sólo tienen que ver qué ha pasado en Grecia, Irlanda y Portugal, y lo que está pasando con Italia.Y sigue: "Por si no lo han notado, España está acabando la fase primera del colapso, el colapso financiero. A partir de ahora nuestro camino lógico es el del colapso comercial, pues cada vez seremos un cliente menos de fiar. Fíjense en el caso de Grecia, que ya ni el internacionalmente repudiado Irán le quiere vender petróleo por culpa de las facturas impagadas. Es un paso más hacia la Gran Exclusión, en este caso por países (nosotros llegaremos allí más rápido que Alemania)". Y es que, a pesar de que pretendamos mirar para otro lado como si la cosa no fuera con nosotros, la realidad se va a poner muy dura, así que vayamos mentalizándonos.
Y mientras, ¿qué hace el Presidente del Gobierno? Pues se va volando a Polonia a ver el primer partido de la selección española de fútbol en el campeonato continental de este año. Como si intentando asociarse a un evento quizá positivo (España es la vigente campeona de Europa y del Mundo) se pudiera camuflar el oprobio del rescate. Pero España empató ayer con Italia en su debut en la Eurocopa. Todo un mensaje simbólico sobre la liga que realmente estamos jugando.
A corto plazo, ya se está produciendo el "efecto lógico" en los mercados -y no precisamente el de la (suspirada) relajación-, la subida de la prima de riesgo -ayer alcanzó su máximo histórico, 540- y del bono a diez años, que casi alcanzó el 7% de rentabilidad. Y esto no es más que el resultado de levantar el telón de la vulnerabilidad del país -el rescate- y del chollo que supone especular a todo gas sobre la deuda pública. Lo que empezó como un problema financiero privado ha llegado hasta este punto del gran negocio de la deudocracia. Grecia es el arquetipo: ahora, cuando la nueva cita electoral puede trastocar toda la agenda europea, vuelve a producirse un nuevo chantaje en toda regla que revela la falta de respeto a la voluntad del pueblo griego y el secuestro absoluto de la (mínima) democracia representativa desde las incompetentes instituciones europeas.
Pero ya han llegado demasiado lejos en sus mentiras, impunidad y desvergüenza. Porque a los encargados de la dictadura financiera de aquí y allá se les llena la boca con la "unión o armonización fiscal y bancaria", pero silencian las enormes diferencias salariales y de bienestar social entre la "cuarta potencia económica" de Europa y algunos de sus socios. Porque mientras esta gentuza salva a los bancos y hunde la economía real, se olvida de rescatar a los millones de personas que se están quedando en la cuneta. Porque la podredumbre ya desborda a todos los poderes, incluido el judicial. Porque EEUU ya habla de la necesidad de apretar las clavijas a los BRIC's. Porque las protestas del sector minero se acrecientan y llegan al Congreso. Porque nuestras bombas económicas acaban explotando físicamente en Somalia, Siria o Irak. Porque el panorama es tan absolutamente pornográfico y desolador, que ya no hay fúmbol que lo tape...
La salida a tanta injusticia no pasa por resucitar amaneceres dorados, sino por generalizar el motín y la desobediencia civil. Y después, construir otra sociedad en la que la economía esté absolutamente supeditada al bien común, a través de una verdadera democracia directa y soberana. No queda otra, pues a ello nos abocan los que sirven exclusivamente a los intereses de la élite financiera. Sirva de ejemplo Alcalá de Henares, donde la casta ya sólo puede salir de terracitas protegida por la policía:
Por eso, una vez más, digámoslo alto y claro: el indiferente ya no es sólo indiferente, es inmoral.
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