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1984º festival del humor |
El país ha entrado definitivamente
en fase de default. Con la prima de riesgo alcanzando ayer los 550 puntos y el bono a diez años el 7% -en la línea del
rescate soberano-, con una
deuda pública duplicada en cinco años, con el grifo de la financiación exterior cada vez más cerrado, con la fuga de capitales a todo tren, los
mercados huelen a sangre y el colapso por
deudocracia se aproxima. En Grecia, nuestro espejo en la estafa, el
interés a dos años llegó al 50%. La avaricia sin fin, el desvarío financiero y
sus sucios e imposibles negocios se les ha ido definitivamente de las manos.
Don Tancredo, como dios manda, en silencio y haciendo de la bobería la más solemne de sus virtudes.
¿Que no hay dinero? Busquen ingresos en las SICAV, que sólo tributan al 1%. Busquen en los paraísos fiscales, en los beneficios del Ibex 35, en el fraude fiscal y en la economía sumergida -que supone el 23% del PIB, unos 245.000 millones de euros,
según Gestha. Busquen también con la supresión de todo parásito y asesor liberado de los burócratas. ¿Que hemos
vivido por encima de nuestras posibilidades? La estratificación social se ha polarizado cada vez más -incluyendo los años de la bonanza ficticia- y la
brecha salarial entre directivos y empleados no ha hecho más que ampliarse año a año. Detrás de la estafa mafiosa a la que llaman
crisis, hay una calculadísima operación de
esclavitud general y completa, a través de la estrategia del miedo y la confusión.
Aquí hay unos
claros responsables de esta farsa, derivada ya en puro esperpento: las élites financieras y corporativas y la clase política a su servicio. Merkel
critica ahora las "decisiones irresponsables" que generaron la burbuja inmobiliaria en España, pero elude vergonzosamente que fueron especialmente los bancos alemanes -junto a franceses o británicos- los que financiaron la
fiesta. Responsabilidad y herencia compartida. ¿Nos toman por idiotas?
Sus mentiras ya no cuelan. Cada día sabemos más de esta apuesta de los poderosos contra la mayoría social y Grecia, de nuevo,
nos sirve de ejemplo. A pesar de que buena parte de la sociedad se encuentre en modo alienado vs. resignado, el
ajuste de cuentas -el verdadero ajuste de cuentas a aprendices del
monopoly y limpiabotas del capital- va a llegar. Y será más pronto que tarde de lo que piensan los que creen que todo está bajo control.
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