papeles de subinformación

sábado, 23 de marzo de 2013

escrache al sistema


De deudas y rescates salvajes

Frente a la realidad de la violencia estructural -vía deuda, rescate, recortes, censura, represión...-, la confiscación general del patrimonio común e individual y la consecuente autodefensa ciudadana, la cleptocracia se escuda en la retórica victimista y en un cinismo que supera todo límite moral. Por eso, como acertadamente apunta Guillem Martínez, ante la coacción financiera -y el de su brazo político en el régimen- el escrache se postula como un derecho donde no lo hay. Y ahí van más argumentos del por qué es válida ésta y otras formas de desobediencia civil, en boca de Arcadi Oliveres:


Porque todavía tenemos muy fresca en la memoria las palabras del damnificado camarada Pons -el de los tres millones y medio de empleos-, animando a la rebelión ciudadana:


Un inmenso hedor a podredumbre anega el sistema y su plan quinquenal de la crisis para la desarticulación de toda conquista social no cesa. Los sobre-cogidos se van de vacaciones tan ricamente, mientras el horizonte de futuro colectivo conduce a una legión de desharrapados Todo eso y mucho más; sin embargo, aquí no pasa nada, hasta que pase.


Lucha, desobediencia y construcción alternativa desde abajo, como únicas salidas -exceptuando Barajas- a tanta chapuza, impunidad, calumnia, a la foto fija de la España piramidal:
El hombre cansado preside España. Quizás añore el pasado no vivido de gris subsecretario. El hombre cansado juega a ser el hombre cansado, plano y fútil. Se trabaja la imagen de prócer por accidente. Porque sabe que se desmorona el castillo de naipes. Y se va a llevar las hostias. Es posible que el hombre cansado se salve, que su fiesta de la democracia le de el relevo y todo parezca de nuevo a estrenar, que todo vuelva a cambiar para quedarse igual. Que vuelva a olvidarse que esto es la España Piramidal, una estafa piramidal. [versión edición impresa]

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