El próximo Jueves 23 de Febrero se convoca a las 19:30h una manifestación que partirá desde la Plaza del Mercado (Logroño) en contra del golpe de estado de los mercados y del estado de excepción permanente al que nos está sometiendo un gobierno de títeres. Hace treinta años fueron fuerzas militares las que intentaron hacerse con el poder político… ahora mismo son fuerzas FINANCIERAS las que dictan las decisiones de nuestros “representantes” políticos. Y como respuesta, tratan de esconder la protesta o disolverla violentamente, sirva de ejemplo lo sucedido en Valencia*. Es el último recurso que les queda: dictadura financiera, desgobierno y corrupción, contrarreformas feudales, manipulación informativa, estado policial... Esas son las únicas propuestas para parchear agónicamente el colapso sistémico.
Lo sabes… lo oyes todos los días… y sufres sus consecuencias:
+ Reforma Express de la Constitución.
+ Indultos a banqueros condenados.
+ Recortes en Sanidad Pública
+ Recortes en Educación Pública
+ Recortes en Ayudas Sociales
+ Presupuesto de la Iglesia intocable
+ REFORMA LABORAL
… y más recortes y presupuesto aplazado por razones electorales
Tú decides: ¿Calle o Sofá?
Esta convocatoria se hace de forma conjunta con otros colectivos sociales de Logroño. Se añade a otras convocatorias realizadas estos días, con la intención de dar visibilidad a la protesta ciudadana y aumentar la frecuencia de la voz popular y su presencia en el único lugar donde se oye: en la calle.
Sin miedo, por vergüenza y por dignidad, no es tiempo de seguir mirando para otro lado: tus derechos y el futuro de tus hijos está en juego.
Ven, difunde, opina y participa en la manifestación… no es hora de quedarse sentado.
Más información: Asamblea Logroño
* Sobre la estrategia del miedo y la intolerable actuación policial -en estricto cumplimiento de órdenes políticas- contra menores de edad en Valencia, en lucha por una educación pública, de calidad y con recursos, luz y calefacción, véase este completo reportaje en Periodismo Humano. Estos hechos contrastan con la lamentable pasividad de buena parte de sus mayores, de una sociedad anestesiada y embrutecida -o acomodada en redes clientelares-, que está tolerando un programa calculado de retrocesos sociales de decenios y que la corrupción y la indignidad campen a sus anchas. El fiel reflejo de una colectividad ciega, deshumanizada y sin valores, en especial en una comunidad autónoma en bancarrota por el despilfarro en fastos faraónicos y paradigma del total desbordamiento de sus cloacas. Afortunadamente, cada vez son más las personas que están despertando, entre ellos estos jóvenes que ponen en práctica los valores (democracia, tolerancia, solidaridad, justicia, diálogo...) que -no sólo retóricamente- deben aprender en sus centros educativos, a pesar del cinismo y la desvergüenza de todos aquellos que los quieren amedentrar y aplastar.
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