papeles de subinformación

miércoles, 30 de mayo de 2012

ni la O con un canuto



No saben ni hacer la O con un canuto. Gestores, gerentes, asesores, directores financieros, directores generales, consejeros, ministros, presidentes... La experiencia nos enseña que tener un MBA no significa mucho más que llevar una etiqueta de anís del mono en la cartera. Yo he sufrido varios aficionados de esa escuela, nietos del apostolado de Milton Friedman. Y estamos donde estamos por toda una cuadrilla de burócratas -tanto en el sector público como en el privado- sobrados de inmoralidad y faltos de escrúpulos, donde la mediocridad y el arribismo son sus paradigmas básicos.

Los últimos acontecimientos no hacen más que revelar el verdadero rostro de la estafa mafiosa a la que llaman crisis y el funcionamiento crudo del demencial capitalismo subvencionado en su fase crepuscular. Las evidencias incluso se suceden en cuestión de horas. La prima de riesgo lleva varios días disparada por encima de los 500 puntos -hoy ha llegado a rozar los 540-, pero para el ministro de Asuntos Exteriores, más ocupado en la cortina de humo del peñón, la culpa es de la pitada en la final de la copa del rey. El partido único (PPSOE) se niega a crear una comisión de investigación sobre Bankia, entidad a la que hay que inyectarle -de momento- 24.000 millones de euros, sin que se sepa aún ni cómo ni de dónde van a salir.

Por su parte, nuestro conducator regional no apuesta por depurar responsabilidades, pero prefiere afirmar que la situación actual se ha generado por la fusión de varias cajas de ahorro obligadas a hacerlo por MAFO y el anterior (des)gobierno, prácticamente, a punta de pistola -Aguirre dixit-, obviando descarada y cínicamente que la mayoría estaban controladas por su gente, léase Rato, Olivas o nuestra entrañable CajaRioja. Políticos que hablan como sin con ellos no fuera la cosa, mientras todos estaban apoltronados en los consejos de administración, junto a los "agentes sociales" -sindicatos de la concertación y patronal-, ayuntamientos, diputaciones y otras fuerzas vivas del entramado institucional.


No saben ni hacer la O con un canuto, como demuestra el reciente testimonio de un exconsejero de la CAM al confesar que no tenía "preparación ni tiempo" para revisar los balances. Excepto para falsificar esos números, expoliar los caudales y directamente robar -todo muy legal, claro-, como evidencia el interminable reguero de indemnizaciones y pensiones millonarias amañadas. Para eso sí que saben. Y pilotan estupendamente en el arte de tapar la responsabilidad compartida: ahí está esa presidenta manchega, cuyo marido cada vez está mejor colocado en diferentes consejos de administración, afirmando sin sonrojo alguno que "nunca esperaban que las cosas iban a estar tan mal". El (des)gobierno de la confianza -y las trolas-, como el anterior, absolutamente desbordado: ya está aquí, ya llegó... rescate 'de facto'.

Roto el contrato social establecido en la sacrosanta Transición y por la (supuestamente) incorrupta Constitución, hecha jirones toda credibilidad que emane del establishment -postrado a los pies del totalitarismo financiero-, e iniciado el irreversible colapso sistémico, la ultraderecha toma la iniciativa para pescar en río revuelto. Al tiempo que los talibanes de la TDT neocon cargan con todas sus fuerzas contra la gestión general de las cajas de ahorro, el autoproclamado sindicato Manos Limpias (sic) ha presentado una denuncia contra el gobernador (cesante) del Banco de España y los expresidentes de Bankia, Rodrigo Rato y Miguel Blesa. Y, finalmente, la partida de defunción a toda esperanza de resurreción del enfermo la ha puesto hace unos días el también autoproclamado Consejo de la Competitividad (sic) -léase los más forrados del Ibex 35-, al declarar que "España es un país solvente, muy solvente". ¿Lo dice para sus bolsillos?

Por fortuna, muchas personas seguimos despiertas en las plazas y en los barrios, en la calle y en la red, informando, debatiendo, denunciando, concienciando, movilizando... Y desarrollando, con frescura, inteligencia e ironía, nuevos proyectos, como las páginas Desmontando Mentiras o 15MpaRato. Y a día de hoy, todavía hoy, podemos seguir disfrutando en la radio pública del impagable -y que nunca será lo suficientemente agradecido- espacio de Carne Cruda. Ahí van las cinco últimas joyas para la libertad editorial y la independencia informativa veraz: Sí se puede, Nota de suicidio, Cómo cocinar a los mercados, La Costra Nostra y Corruptos Sociedad Ilimitada. De la penúltima, para enmarcar:
No es Chicago en los años 30 y 40. No es Nueva York en los 70 y 80. Tampoco es Sicilia ni Calabria. Pero sí es Génova. Y también Ferraz. Es Madrid y Barcelona y Valencia y Sevilla. Es España en 2012. Por todo el país se ha extendido una mafia, una casta que se rige por los códigos mafiosos y que se expande como una mancha de aceite por todos los ámbitos del poder, política, banca, jueces, iglesia, periodistas. Son La Costra Nostra, un coágulo que se ha endurecido como un quiste taponando la herida y ahogándonos debajo.

No encuentro otra explicación para describir este estado de permanente extorsión al ciudadano y de impunidad del poderoso. Si teníamos ya serias sospechas, se han desvelado como certezas con el caso de La Bankia Nostra, la banca que ahora es “nostra” a la fuerza. A la fuerza, ahorcan. Y a nosotros nos han ahorcado y no hemos podido decir que no porque la entidad mafiosa ha actuado como Vito Corleone cuando dijo: “Le haré una oferta que no rechazará”.

En efecto, Rodrigo Corleone-por-un-Rato y su familia bancaria nos ha dejado en la cama una deuda de caballo, que al principio parecía un pony de 9.000 millones, después un potro de 15.000 y ha terminado siendo un percherón de más de 23.000 millones de euros, el mayor atraco de la Historia a la Hacienda Pública con el silencio de las más altas esferas del Estado, desde el Banco de España a los dos últimos gobiernos que no han protestado, no se han indignado, no exigen responsabilidades. Si no son cómplices de lo que estaba pasando, lo son ahora por no llevarlos ante los tribunales. Lo es ahora el gobierno actual por impedir que Rato y sus consejeros vayan a dar explicaciones al Parlamento. Lo es por no crear una comisión de investigación. Lo es el principal partido de la oposición por no haberla pedido aún y preferir una comparecencia, es decir, un paripé. Aquí hay que investigar a fondo a quienes mintieron descaradamente y dijeron que Bankia tenía una deuda de 30 millones cuando ayer se descubrió que eran 3.000.
En el mismo sentido, escribe el periodista Ramón Lobo, sin tapujos y de vuelta de todo:
¿Comisión de investigación? Nunca las hubo de verdad; se las apañan para que todos hagan el paripé de independencia sin herir a nadie. Es un todo atado y bien atado y vámonos después al bar que invita la chusma de las sillas de tijera.
La señora que preside el FMI a dedo se permite descalificar a los griegos, criticar su escaso entusiasmo por el pago de impuestos, cuando su salario de un millón de dólares es libre de impuestos. ¿Quién es la chusma?
Todo estaba protegido por la tela, por el mecanismo que cubría el teatrillo de títeres, la caja china en la que se ocultaba el mecanismo que movía las sombras. La crisis tiene una ventaja: expone la farsa y ahora será trabajo de todos modificar un sistema que dice ser de representación popular cuando lo es de usurpación popular.

Por cierto, Zombiland quedó décima en el festival de HorrorVisión y las terrazas siguen a tope. Allí también todo atado y bien atado.

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