papeles de subinformación

jueves, 29 de septiembre de 2016

señales



Mientras sigue la tragicomedia en la clase burocrática, abstraída en la metafísica economicista y el oscurantismo espectacular, enredada en cómo salvar sus muebles y mantener las migajas caídas desde el orden financiero, los síntomas -como si no hubiera suficientes ya- del combo desvarío humano y catástrofe ambiental empiezan a ser muy preocupantes. La cultura del crecimiento sin respeto ni umbral, del delirante y cortoplacista despilfarro de recursos, del grado de inconsciencia e indolencia al que estamos llegando, tiene un paradigmático caso en el festival musical de Glastonbury, donde tiendas y muchas otras pertenencias son abandonadas a la finalización del evento, como si hubiera llegado el apocalipsis. Todo ello al mismo tiempo que centenares de miles de personas huyen día tras día del horror de guerras, fanatismo y miseria para alcanzar el paraíso zombi:


Para saber con qué nos estamos jugando los cuartos y cómo la realidad más temprano que tarde nos acabará desbordando, tres datos, de esos que no abren telediarios ni especiales informativos:

Para incrédulos e indiferentes, acudan al experto: