papeles de subinformación

viernes, 29 de febrero de 2008

el mundo es de todos

Manifiesto de Antropólogos en rechazo del "contrato" para la inmigración

Somos un grupo de antropólogos, de diferentes tendencias políticas, que ejercemos aquí en España. Los temas de la “cultura”, de la inmigración y de la convivencia entre grupos humanos son temas que caen plenamente dentro de la teoría y la práctica de la antropología, por lo cual estamos especialmente cualificados para dar una opinión experta en estas áreas.
Queremos expresar nuestro más enérgico rechazo a la propuesta del Sr. Rajoy de exigir a las personas que inmigran a España la firma de un contrato que, según entendemos, tiene tres aspectos principales: el compromiso de respetar las leyes y la Constitución de España, el compromiso de aprender español y el compromiso de respetar las costumbres españolas. Nuestras razones son las siguientes.

Primero, con el mero hecho de estar aquí, toda persona que reside en España –tanto si tiene la nacionalidad española como si no- tiene la obligación de respetar la Constitución y las leyes.

Segundo, como todos sabemos por experiencia propia, los idiomas se aprenden cuando uno tiene necesidad de ello. La amplia experiencia de las migraciones a nivel mundial enseña que, aunque la primera generación no siempre logre una plena competencia lingüística en la lengua del país de acogida, la segunda generación, escolarizada en el idioma del país, sí lo logra sin problema. La manera de conseguir la integración lingüística de las personas inmigradas es mediante el apoyo del Estado, con la oferta de clases sin coste en centros municipales, en horarios factibles para las personas trabajadoras, no mediante un “contrato”.

Tercero, y éste es el punto del que mayor conocimiento tenemos, la cultura (que incluye las costumbres) no es un todo homogéneo compartido por los ciudadanos de un país. No existe cultura nacional, ni cultura europea, que se pueda definir con un cierto número de elementos básicos con los cuales todas las personas están de acuerdo. Las pocas normas y los pocos “valores” considerados imprescindibles para el funcionamiento del país están plasmados en la Constitución y en las leyes (la democracia como forma de gobierno, la responsabilidad civil, la igualdad de las personas ante la ley...).

Todo lo demás son prácticas, que pueden ser más o menos extendidas o limitadas a unos grupos u otros. No hay más que darse un paseo por la geografía española para darse cuenta de ello. Además, las costumbres y la cultura no son fijas; sólo hay que pensar en las costumbres de hace cincuenta años para ver lo cambiantes que pueden ser. La imposibilidad de definir un acervo común de costumbres “españolas” saltará a la vista en cuanto se intente poner en práctica.

Finalmente, la meta a alcanzar en el mundo de hoy es una convivencia buena y enriquecedora. La falta de claridad en la definición del “problema” a resolver y la propuesta para resolverla, con un planteamiento simplista, incorrecto e insuficiente, tiene el efecto de fomentar una xenofobia siempre latente que sólo puede dañar a todos, ciudadanos españoles y personas inmigradas por igual.

FIRMADO:

Honorio Velasco Maíllo
Fernando Monge
Margarita del Olmo
Nancy Konvalinka
Traude Müllauer-Seichter
Sara Sama Acedo
Asunción Merino Hernando
Paz Moreno Feliu
Ubaldo Martínez Veiga
Ángel Díaz de Rada
Elena Hernández Corrochano
Alfredo Francesch Díaz

miércoles, 27 de febrero de 2008

rebajas


salvapatrias # miserables

Se acerca la hora de los salvapatrias, afirman, con su discurso de gañán. La gente antigua con sus recetas de siempre: mano dura. Mucha moralina para los demás, ninguna moral para ellos. Son los currantes de lo mediocre. Los defensores del individualismo aislado frente a la libertad individual. Los fanáticos del capitalismo subvencionado, esa gente extraña cuya religión es el dinero escondida tras los valores crucificados. Nunca descansan, están en su ofensiva final, su modelo se agota, buscan más caras de su poliedro monolítico. Los camaleones del pensamiento único. Siempre fueron los mismos. Crean nuevos problemas para sus supuestas soluciones. Nuevas miserias, miserias eternas.

Hoy en este rincón del planeta, un planeta que es de todos, la inmigración es su pasaporte al cielo VIP que celosamente pretenden vigilar. Un cielo que creen sólo para ellos, arriba, siempre arriba. Sin embargo, vuelven a olvidarse que está dentro de ellos mismos, aunque no lo quieran ver. Hoy en este rincón del planeta el terrorismo es su lenguaje, juegan con sus palabras, acuden a él huérfanos de ideas. Buscando desesperadamente otro plato de lentejas. Parece su alimento, más bien es su carroña.

Los tristes quieren seguir robándonos la alegría. Los amantes de la muerte continuan sin aprender a vivir. Y tampoco están dispuestos a permitírselo a los que sí lo desean. Saben que somos muchos los que lo deseamos. Peligro, dicen, muchos buscando ser. Sus prejuicios se lo impiden. Peligro. Estamos cansados. Hastiados. Hartos de ellos. Los miserables y sus casquerías, ¿hasta cuándo?

jueves, 21 de febrero de 2008

ombliguismo agropecuario

Gracias a la resistencia de una minoría ruidosa en la intimidad, pero silenciosa bajo la alfombra del poder, la realidad, el estado de cosas, no está aún peor. Es así desde siempre. En un panorama tan gris como el de la tierra media, no va peor para todos nosotros, los cínicos, una más, otros menos.

Una minoría absoluta... ¿Quiénes son los chiflados, quiénes los dementes y los lunáticos?