papeles de subinformación

martes, 31 de diciembre de 2013

sábado, 5 de octubre de 2013

entre todos


Entre todxs, así, sí se puede.

Es éste el pretendido título de un programa mezquino y denigrante en las sobremesas del primer canal de la televisión pública. Un espacio que eleva a virtud la caridad, escondiéndola (manipulada) bajo la mucho más generosa solidaridad, y apelando a un sentimentalismo vacuo y sensacionalista. Un engendro que pone de manifiesto que es lo que entienden por servicio público los actuales burócratas del ente audiovisual, más preocupados por sostener la propaganda del régimen y su actual discurso del espejismo económico de la recuperación. No es casual que el colectivo de trabajadores sociales se haya opuesto rotundamente a participar en este esperpento y pida su retirada:
El Consejo General del Trabajo Social no se opone a la solidaridad, a que los ciudadanos contribuyamos con nuestras acciones cotidianas a ayudarnos entre nosotros. Pero esa ayuda nunca debe sustituir el sistema público de protección social, como está ocurriendo. Desde hace ya más de un año, los y las trabajadoras sociales estamos denunciando un desmantelamiento orquestado del Estado de Bienestar, que se ha acelerado en los últimos meses. Los recortes y eliminación de las partidas sociales en los presupuestos (como el plan concertado), el endurecimiento de los requisitos para obtener ayudas y los cambios legislativos aplicados (muy patentes en la Ley de Dependencia) y los que están en trámite parlamentario (la reforma de la Administración Local eliminará los servicios sociales municipales) son algunos ejemplos. 
En su lugar, el Gobierno está ejecutando una campaña, de hechos y mediática, para justificar el sistema de beneficencia preconstitucional, que con tanto esfuerzo se superó
Si éste es el camino a seguir, ¿para qué queremos al Estado? Si el mensaje que lanzan -y la estrategia que lo ejecuta- es búscate la vida, ¿por qué seguir manteniendo parásitos e intermediarios? Cada día está más claro que no necesitamos en absoluto a la casta que nos (des)gobierna, que somos muchos más y podemos organizarnos sin ellos en lo común. Sí, entre todos, sin ellos, podemos hacerlo. Si los delitos de la cleptocracia prescriben o no se pueden demostrar (porque se destruyen), si sus jefes son insaciables o los favores son de alto copete (porque el agujero negro es enorme),  si el austericidio nos arrastrará a la absoluta pobreza prácticamente a la mitad de la población o la solución pasa por las recomendaciones de la ONG del canibalismo del capital, si pagar por cagar va a convertirse en una experiencia única por tener un valor añadido o morirse puede ser una traca de fuegos artificiales, si es más indignante que le roben un partido al Elche o nos levanten los Juegos del Hambre que el nuevo copago a los enfermos crónicos, si tragar y tragar y tragar parece ser la única senda, ¿de verdad hay que seguir derrotados y obedeciendo?

La lógica neoliberal lleva generaciones aplastando conciencias, inserta ya en el gen cultural humano, ese que circunscribe todo y a todos en mercancía. Una convención mental de valor de uso y cambio mucho más poderoso que cualquier ejército de ocupación. El capitalismo sigue triunfando. O no:


sábado, 7 de septiembre de 2013

(ex) madrid 2020, los juegos del hambre



Durante el verano, la sociedad del espectáculo devino en la tragedia del accidente ferroviario de Santiago y en el litigio del peñón para intentar tapar la inmensa montaña de mierda y hachazos sociales que ha engendrado la oligarquía financiera y política. En su crepúsculo, la elección de Madrid como sede olímpica para 2020 como cortina de humo total.

Los medios de (des)información masiva y sus charlatanes, especialmente los públicos, cada vez más manipulados por la óptica del régimen, han dedicado el mismo esfuerzo en la cobertura de la elección de la candidatura que en amputar sus plantillas y las nóminas de los supervivientes. En algún caso, hasta el ridículo, con presentadores casi bailando la conga antes de coger el avión para la farra en Buenos Aires o con encuestas de apoyo popular que nadie sabe quién ha hecho. Las autoridades, también de parranda, apelando al espíritu de sacrificio que nunca tuvieron -"nos hemos dejado la vida" (sic)- y vendiendo la leyenda urbana del crecimiento económico. Ambos, al servicio de eso que llaman lobbies y nunca explican lo que es aunque todos sabemos lo que significa.


El ilusionismo olímpico, esa máquina de generar deuda, derroche, corrupción y falsas esperanzas, un nuevo expolio a la vista en el balance de la cleptocracia, una burbuja caduca como culto a un modelo que se cae a pedazos, un producto adulterado para la ficción de gladiadores y bestiarios, el canto del cisne de la mafia aborigen afortunada y finalmente ha quedado descartado para Madrid. Y gracias.

En resumen, miles de millones de euros en tres intentos para la falacia, cinco grandes mitos sobre el evento, una gran losa que nos hemos quitado de encima.

lunes, 26 de agosto de 2013

la abolición del trabajo



"Nadie debería trabajar jamás.

El trabajo es la fuente de casi toda la miseria existente en el mundo. Casi todos los males que se pueden nombrar proceden del trabajo o de vivir en un mundo diseñado en función del trabajo. Para dejar de sufrir, hemos de dejar de trabajar.

Eso no significa que tengamos que dejar de hacer cosas. Significa que hay que crear una nueva forma de vivir basada en el juego; dicho de otro modo, una revolución lúdica. Por 'juego' también se debe sobreentender fiesta, creatividad, convivialidad, comensalía y puede que hasta arte. El juego va más allá de los juegos infantiles, por dignos que sean. Hago un llamamiento a favor de una aventura colectiva basada en el júbilo generalizado y la exuberancia libre y recíproca. El juego no es pasividad. Sin duda todos necesitamos mucho más tiempo para la pereza pura y la flojera del que nunca llegamos a disfrutar en la actualidad, al margen de la cifra de nuestros ingresos o de nuestra profesión, pero una vez recuperados del agotamiento inducido por el trabajo, casi todos queremos hacer algo. El oblomovismo y el estajanovismo son las dos caras de una misma moneda envilecida.

[...]

Tengamos presente que no tenemos por qué aceptar el trabajo actual tal y como es y hacerlo encajar con las personas adecuadas, algunas de las cuales sin duda tendrían que estar muy pervertidas. Si la tecnología desempeña un papel en todo esto, no sería tanto para automatizar el trabajo hasta hacerlo desaparecer como para abrir nuevos dominios en los que (re)crearnos. Hasta cierto punto quizá queramos volver a la artesanía, desenlace que William Morris consideró como una de las consecuencias probables y deseables de la revolución comunista. El arte dejaría de estar en manos de los esnobs y los coleccionistas, sería abolido como actividad especializada al servicio de un público de élite, y sus cualidades estéticas y creativas regresarían a la vida integral de la que el trabajo las robó. Da que pensar que en su tiempo las urnas griegas sobre las que escribimos odas y que exhibimos en las vitrinas de los museos se utilizaran para almacenar aceite de oliva. Dudo mucho de que la posteridad, caso de haberla, vaya a ser tan benévola con nuestras baratijas. Lo fundamental es entender que en el mundo del trabajo el progreso no existe; en todo caso sería al revés. No deberíamos vacilar en sustraerle al pasado lo que nos pueda ofrecer. Los antiguos no pierden nada y nosotros salimos ganando.

Reinventar la vida cotidiana significa rebasar los límites de nuestros mapas. Existen, es cierto, más propuestas sugerentes de lo que sospecha la mayoría de la gente. Además de Fourier y Morris (e incluso alguna que otra pista, aquí y allá, en Marx) disponemos de los escritos de Kropotkin, de los sindicalistas revolucionarios Pataud y Pouget, de los anarcocomunistas de antaño (Berkman) y de hoy (Bookchin). El Communitas de los hermanos Goodman es ejemplar, porque muestra qué formas se siguen de determinadas funciones (fines), y también se puede sacar algo de los heraldos, a menudo oscuros, de la tecnología alternativa-convivial, como Schumacher y sobre todo Illich, una vez desconectadas sus máquinas de niebla. Los situacionistas (tal y como nos los presenta el Tratado del saber vivir de Vaneigem y la Antología de la Internacional Situacionista) son tan implacablemente lúcidos que resultan estimulantes, pese a que nunca cuadrasen del todo su defensa de los consejos obreros con la abolición del trabajo. Ahora bien, más vale esa incongruencia que cualquiera de las versiones existentes del izquierdismo, cuyos devotos parecen ser los últimos campeones del trabajo, pues sin trabajo no habría trabajadores, y sin trabajadores, ¿a quién podrían organizar?

Así que en gran medida los abolicionistas solo podrán contar consigo mismos. Nadie puede predecir qué consecuencias tendría el desencadenamiento del poder creador sofocado por el trabajo. Podría suceder cualquier cosa. La tediosa oposición retórica entre la libertad y la necesidad, con su regusto teológico, se resolverá en la práctica en cuanto la producción de valores de uso vaya de la mano del consumo de deliciosas actividades lúdicas.

La vida se convertirá en juego, o más bien en una multitud de juegos, pero no (como ahora) en un juego de suma y sigue. El paradigma del juego productivo es un encuentro sexual óptimo. Cada uno de los participantes potencia los placeres del otro, nadie está pendiente del marcador y todo el mundo gana. Cuanto más se da, más se recibe. En la vida lúdica, lo mejor de la sexualidad impregnará lo mejor de la vida cotidiana. El juego generalizado desemboca en la erotización de la existencia. Y a su vez la sexualidad podrá volverse más lúdica, así como menos urgente y desesperada.

Si jugamos bien nuestras cartas, todos podemos obtener de la vida más de lo que pusimos en ella; pero sólo si jugamos para siempre jamás.

Nadie debería trabajar jamás. Proletarios de todos los países... ¡relajaos!"

{Bob Black, 1985, La abolición del trabajo}

martes, 30 de julio de 2013

la sociedad del espectáculo



"Toda la vida de las sociedades en las que dominan las condiciones modernas de producción se presenta como una inmensa acumulación de espectáculos. Todo lo que era vivido directamente se aparta en una representación". [Guy Debord, La sociedad del espectáculo]

La tragedia del accidente ferroviario en las cercanías de Santiago de Compostela ha puesto de manifiesto, una vez más, el uso mercantil, espectacular y miserable de las catástrofes por parte de los medios mainstream de (in)comunicación. Como analizó certeramente hace ya unas cuantas décadas Guy Debord, han acabado reduciéndolo todo a una pseudo función, a una suerte de candilejas hueca y efímera. Se llenan horas y horas de televisión y radio, se ocupan portadas y páginas. Buscando la emotividad facilona y fetichista del espectador, nos bombardean desde el primer día con el linchamiento del maquinista y, sobre todo, con las intrahistorias de interés humano: el contexto del siniestro, las circunstancias de las víctimas, la solidaridad de los rescatadores...

Un abuso emocional y carroñero que falla constantemente porque no contemplamos telediarios ni planas repletas de rebuscadores de basura y de los miles de personas desahuciadas por el sistema, ni descubrimos el mismo esfuerzo diario en señalar a los culpables del desastre. Por si fuera poco, en algunos casos además, repitiendo graves errores y mentiras, "el tiempo ha demostrado que la ignominia es perenne".

Así, prácticamente ha pasado desapercibida la que podría ser "la noticia más importante del año": la volatilización de los 35.000 millones de euros destinados al rescate de las extintas cajas de ahorro. Un regalazo, una ganga, oiga, esto de la banca siempre gana es la gran certeza del capitalismo crepuscular. Y el último servicio ejemplar de sus limpiabotas en la cleptocracia, atrincherados y organizados mejor que cualquier banda de tres al cuarto.

lunes, 22 de julio de 2013

almas gemelas


Inside the Régimen: a cara perro [foto Barbara Kruger 1987]

¿Escuchas...? Son las desesperadas dentelladas de los chacales tratando de repartirse los despojos de su cleptocracia.


Como una plaga veraniega de garrapatas, las almas gemelas se reproducen aquí y allá. En los pactos de hierro y las causas generales a las que apela el Partido Único (PPSOE) tras la revelación de sus amplias corruptelas. En la tibieza o los silencios de los (des)gobiernos occidentales ante el golpe militar en Egipto. En el servilismo neocolonial al Imperio de los limpiabotas europeos del capital con el caso Snowden y el secuestro del vuelo de Evo Morales. En la moribunda concertación social del verticalismo sindical y patronal, que desahucia derechos y descuelga convenios. En el vis a vis de Don Tancredo y la Estrella del Talego. En la mayoría silenciosa que calla y otorga, esa "masa acrítica zombi":
El discurso dominante y omnipresente ha conseguido con la combinación de sus expertos en comunicación, políticos, y sus medios de comunicación, integrar en la ciudadanía los mantras que más favorecen a sus intereses.
Muchos de estos mantras el zombi los ha absorbido principalmente a través de su televisor, donde ha podido ver en las noticias a algunos políticos parloteando lo que les han enseñado gestores en comunicación, al servicio de las élites financieras. Redes clientelares o puertas giratorias son conceptos muy trillados desde hace décadas que definen el entramado de interés recíproco existente entre los dos partidos mayoritarios y grandes grupos empresariales, y cuya inversión en comunicación hipnótica ha sido masiva.
El zombi también ve en cualquiera de los mismos canales de televisión, propiedad de grandes grupos mediáticos, que evaden y eluden millones al estado cada año, a unos contertulios que ¡vaya! lo saben todo y de todo entienden, y por supuesto tienen razón. Qué importante es estar bien informado y formarse una cartera de argumentos fácilmente asimilables, para poder reproducirlos más tarde junto con otros zombis para reforzar los mantras que éstos a su vez han empezado a oír en otros medios completamente independientes y veraces, ¡sí! hay que ir por la vida bien informado y con argumentos, porque como dice el anuncio de esa famosa cadena de electrodomésticos y tecnología, “yo no soy tonto”. (...) [Zombis, Vicente Soria]


El régimen se pudre entre los aullidos de los chantajistas a los que se les llena la boca (ahora) con la palabra chantaje. Pero también con los ladridos de esos voceros que sólo señalan la anécdota en un sistema viciado de desinformación. El silencio casi general sobre la filtración la pasada semana de la contabilidad A del PP y su auditoría ciudadana es muy significativo:
(...) Es un silencio muy difícil de entender si tenemos en cuenta el tiempo y el espacio que le dedican algunos de estos medios a los escándalos de financiación del PP.
¿Tendrá que ver con su calculada gestión de las exclusivas y la pérdida del monopolio de la filtración?
Acostumbrados a publicar pensando en las ventas y en intereses que se nos escapan, dejando en segundo plano el derecho a la información, de repente se encuentran con que toda esta jugosa información está a disposición de todo el mundo.
Y que, además, la gente está sorprendentemente dispuesta a tragarse ese enorme volumen de datos para hacer de manera colaborativa la auditoría que ninguna auditora quiso hacer.
Sin intereses de por medio, por principios y con la única intención de vislumbrar cómo funciona esta basura de sistema.
Vamos, que están dispuestos a hacer gratis y sin cortapisas lo que debería ser el trabajo propio de los medios de comunicación, ese al que parecen haber renunciado. [Esta exclusiva de todos es | J. Garín]
Como síntoma inequívoco del colapso, arriba no cejan de tratar de fabricar señales positivas, como ese "España va mejor" que se desfigura igual que las cifras del paro:
(...) Y en eso 127.000 parados menos en Junio. Ya pero... ¿Cómo es posible que las afiliaciones a la seguridad social sean sólo 26.000? ¿Cómo es posible que en los seis primeros meses del año hayan disminuido las contrataciones?. Sencillo: La gente se va y muchos parados de larga duración, desesperados, han dejado de inscribirse en las oficinas del INEM. Los jóvenes titulados (la generación más formada de nuestra historia) se marchan en busca de sueldos acordes con su formación y los inmigrantes, que eran los que aseguraban la sostenibilidad del sistema de pensiones por el envejecimiento de la población, regresan a sus países. Total: hay menos población activa. A la fuerza bajan las cifras del paro.
Hay otro dato estremecedor. La mitad de las altas son de "autónomos". ¿Autónomos? Miren esta oferta de Infojobs: "Se precisa recepcionista Freelance para atender centralita desde casa, preferiblemente chica, para empresa call center. Se exige título de ESO y dos líneas de teléfono en casa. Contrato de autónomo. 450 euros brutos. Jornada completa". Esto es lo que significa ser autónomo; asalariados degradados sobre los que recae todo el riesgo y que además carecen de derechos laborales. Decía el señor Alberto Nadal, directivo de la CEOE, desde las páginas de El País, que "los jóvenes deben plantearse diferentes opciones, verse como empresarios, o como gestores de su propio capital humano dentro de la empresa". Cobrar 450 euros, ese es el significado de lo que dice un señor cuyo salario desconocemos, porque la exigente CEOE se niega a hacer públicos los sueldos de sus directivos.
¿Estamos empezando a salir de la crisis? Váyanse a la mierda. [¿España va mejor? Váyanse a la mierda | Pablo Iglesias y Jorge Moruno]
Frente a la demencia y el totalitarismo de la nada, queda el todo por hacer. Pero sólo con la pelea y la construcción desde abajo podrá llegar un cambio cierto:
(...) Esta aceleración de la crisis institucional es fruto de, al menos, cuatro factores. En primer lugar, la creciente preocupación en las élites del país para encontrar recambios y nuevas narrativas que sean capaces de servir a la recomposición de los consensos sociales; una capacidad hoy por hoy arruinada. El segundo es el enfrentamiento entre dichas élites por ocupar un lugar en ese nuevo marco narrativo de la “regeneración democrática”. El tercero tiene que ver con la «independencia», siempre parcial, de la magistratura, en relación con las acusaciones populares o partidistas así como el papel de determinados jueces y juezas. Y el cuarto y más importante, es la presión constante, creativa y desbordante de la gente en las redes y en la calle sea en forma de «Rodea el Congreso», sea mediante toma de viviendas o escraches, Mareas, etc. 
De esos cuatro factores sólo el que se desarrolla en las calles, las redes y las plazas tiene capacidad real de impulsar la discusión sobre un nuevo marco democrático capaz de superar del régimen del 78. Dicho de otra forma, los elementos de «regeneración democrática» que hoy se colocan encima de la mesa apuntan más bien a un intercambio de caras dentro de una misma élite. Nos proponen un escenario de control interno de la corrupción dónde habrá, es probable, más transparencia, pero no vivienda; dónde los políticos responderán por sus casos de corrupción, pero sin un sistema de sanidad o una educación realmente universales y públicos; y, sobre todo, dónde los avances en términos de democracia real directa y participada seguirán siendo subsidiarios al pago de la deuda. 
La caída de Rajoy, que políticamente puede conjugarse ya en tiempo pasado, es una buena noticia, como lo son todos los momentos en los que el régimen político expone abiertamente su fragilidad, pero la democracia no está aquí todavía. Sus enemigos, el actual bloque de poder, van a tratar de esquivarla, una vez más, acelerando los tiempos de la recomposición. 
Más organización social, más presión del abajo hacia el arriba, más conexiones entre los espacios, más desborde, han sido los elementos de toda esta fase destituyente. Lo que viene ahora es el desafío de la revolución democrática hecha por la gente, desde la gente, sin mediadores, sin tutelas.Ya hemos demostrado que podemos. Se acercan tiempos interesantes. [Rajoy cae, la democracia no ha llegado todavía | Madrilonia]

sábado, 29 de junio de 2013

robo por la patria



Cuando el desfalco se convierte en ley, en tradición, en fiesta nacional, la marmotada, el esperpento y la charlotada están asegurados. Don Tancredo, preshidente del (desh)gobierno, el amo de las escapadas, el creador de "los hilillos de plastilina", "no entiendo mi letra", "it's very difficult todo esto" o "todo es falso salvo alguna cosa", vuelve a superarse a sí mismo para conseguir su enésimo éxito en Twitter y dar en el clavo del ingenio y la verbigracia:


Expaña es una inmunda realidad que supera a la ficción. La degeneración del club financiero de Bárcenas, las amenazas mafiosas de la nueva estrella del talego, el fuego amigo, la bancarrota moral y el derrumbe completo del PPSOE -ese partido único que pacta por mantener las migajas de sus amos del capital y salvar los muebles del régimen-, los apaños y parches para tratar de redimir una nave que hace aguas... no son más que la radiografía del final del cuento de la Transición. Una cleptocracia casposa, el happy end de la mentira.


Sin embargo, el cabreo se diluye entre las terrazas y los pelotazos de la Copa Confederaciones. Una alienación general como analgésico de la resignación, lenitivo del miedo, sedante de la pereza.


Por fortuna, una minoría cada vez más mayoritaria que se organiza desde abajo, que no se resigna, que desobedece, que lucha frente a la represión -un goteo constante de casos: Granada y Alicante-, que propone iniciativas sin medios ni subvenciones como el Plebiscito Ciudadano, evidencia que -de momento- todavía quedan seres humanos y no sólo androides.



martes, 25 de junio de 2013

apaños de la Cagada y otras gangas (un cambio inaplazable)



"Tenemos un Estatuto de los Trabajadores donde los permisos y licencias se configuran pensando que los viajes se hacen en diligencia, como las películas de John Ford, ¿no? Se dan cuatro días  para un desplazamiento de un permiso por defunción que evidentemente con los vehículos que hay hoy en día se trata de horas o a veces de una hora de desplazamiento".
[De la Cavada, un mandamás de la patronal]


La cacería de los derechos sigue impune y a toda máquina. Decíamos ayer que, a este paso, no íbamos a tener ni donde caernos muertos. Tampoco vamos a tener permiso para morirnos, ni para velar a los nuestros. Es evidente que "hemos llorado a los muertos por encima de nuestras posibilidades" y que el populacho abusa de sus privilegios, según el bocazas de guardia de los (supuestos) representantes de los grandes emprendedores. Lo dice un tipo condenado a una multa de 25.000 euros por acoso laboral, lo cual es crédito de cordura y buen hacer. Porque "sólo visionarios como este dirigente de la CEOE son capaces de proponer con años de antelación minijobs con despido gratis, que es en lo que ahora estamos. Pongamos a este hombre en el Ministerio de Trabajo y olvidémonos de pedir ayuda a la Virgen del Rocío, que siempre está de vacaciones". Así termina la excelente columna -sin desperdicio- de Juan Carlos Escudier, "Huérfanos, la mejor mano de obra":
Está visto que para la recuperación económica no se puede contar con los trabajadores, que son tan gandules como ladinos y por la noche, en vez de la última novela de Dan Brown, se leen el Estatuto para ver cómo pueden ausentarse del tajo y hacer la puñeta a sus empresas. Habitualmente consiguen sus propósitos, porque la legislación es muy franquista para desgracia de los patronos, que si por algo se han distinguido históricamente es por su denodada lucha contra la dictadura a todos los niveles, empezando lógicamente por la normativa laboral.
El expolio se legaliza -Jueces o Enriqueces-, pero la revuelta permanece, a pesar de esa mayoría que "asume que nunca pasará nada. Y por su culpa, nunca pasa". Crudo agridulce:
Pero vaya que si pasan cosas. Pasa que en España ya hay mucha gente que tiene hambre como en la posguerra, millones no tienen trabajo, miles han sido estafados, miles han perdido sus casas, miles abandonan el país, pasa que hemos sido engañados, apaleados y robados impunemente por quienes nos dirigen, pasa que nos han quitado infinidad de derechos, pasa que los ladrones andan sueltos y están en todas las instituciones del Estado y pasa que la sanidad, la educación, la innovación, el futuro de este país se van al garete. Pero no pasa nada. La revolución no será televisada porque la mayoría estará viendo el televisor. 
No habrá revolución pero hay rebeliones. Y esas rebeliones pequeñas, diminutas, invisibles y ese 15M agitador son los que están virando poco a poco la dirección de la máquina. Tan poco a poco que nos cuesta ver el resultado. Hablaremos de él en unos años. Mientras tanto asumamos que nos vamos a tener que tragar enterito este gobierno.
¿Jueces o Enriqueces? Los cazadores se sienten perseguidos y denuncian causas generales. Y al tiempo, descaradamente, exigen más sangre. Mientras, la marca blanca (de color) del régimen imperial se esconde tras un muro de cristal para dar discursos retropop en lugares comunes. El fiasco Obama, del "yes we can al yes we scan". La realidad siempre supera a la ficción y el espionaje de propios y extraños es ya otro gran esperpento más del capitalismo crepuscular y una especie de ucronía que Bond, James Bond, jamás hubiese podido imaginar. Los cazadores -caníbales, limpiabotas y testaferros del capital- en sus búnkeres de lujo, como el que empieza por G, cada vez más parapetados e inmunes a la protesta y al sufrimiento: por disimular que no quede y si hace falta, como en el Ulster, se inyectan cientos de miles de euros para maquillar los efectos de la depredación con pegatinas. Realidad virtual: una de espías con adhesivos. Una ganga.

Pese a todo, la resistencia a la delincuencia organizada contra lo comunitario y el deseo de una mayor y verdadera democracia se extienden, como bien analizan en Madrilonia:
Por nuestra parte, creemos que la solución viene de las propias luchas. Creemos que no hay que mirar a ningún otro lado, más allá de lo que ante nuestros ojos se presenta de forma cristalina: más democracia sin corsés identitarios, control ciudadano sobre la representación (sobre la clase política pero también sobre los medios de comunicación), defensa de los bienes comunes y reconocimiento de las nuevas formas de gobierno que nacen de las luchas. 
Ni las organizaciones sociales, ni los sindicatos, ni por supuesto los partidos, tengan el nombre que tengan, griten lo fuerte que griten, deben hacer nada más que poner sus infraestructuras técnicas y humanas al servicio de la democracia que viene o quedar sepultados por ella.
Brasil, paradigma de las denominadas economías emergentes, se revuelve frente a la corrupción, el despilfarro del fúmbol y su coste social. Las movilizaciones continúan imparables, sobrepasando -como ha ocurrido en otras regiones- las peticiones iniciales. Y la respuesta desde arriba, una vez más, no puede ser más deplorable: el presidente de la Cosa, Joseph Blatter, comparó la situación con Turquía y afirmó que quienes participan de las protestas están "aprovechando la plataforma del fútbol y la presencia de la prensa internacional para hacer sus reclamaciones". Por su parte, la fuerza bruta del poder, por la vía de la porra y del gaseado, se ha instalado en el otro aspirante a BRICs, hasta amenazar con el uso del Ejército. A pesar de todo, la contestación continua, con caceroladas y concentraciones silenciosas diarias, como la de Durana Dam.


"Usted, su guardaespaldas y sus cócteles, y a nosotros que nos den por el culo. Ya nos hemos quitado la venda, nosotros no somos economistas, somos los que pasamos la guerra, y no tenemos ni graduado escolar".
[Fernanda Climent, primera accionista en tomar la palabra en la Junta de Bankia, es una anciana que vio cómo la herencia de su madre, 84.000 euros, pasó de plazo fijo a preferentes sin que ella llegara a autorizarlo, según su propio testimonio]

No hay que irse a montañas lejanas ni a desiertos remotos para comprobar cómo aquellos colectivos conscientes, afectados o movilizados, hartos de sufrir las consecuencias de una estafa tras otra, hartos de un régimen cleptocrático basado en el nepotismo y la tomadura de pelo en bucle, hartos de tanto incompetente y enemigo del pueblo, de tanto desalmado y mentiroso compulsivo, tratan de impedir los atropellos diarios de los burócratas a la población aborigen. Desde abajo, con pequeños gestos o grandes actos de oposición al saqueo que llaman crisis -uno más: tus datos sanitarios ya están a la venta-, superando la dictadura del miedo y la creciente represión, frente al cierre de una fábrica o de un ambulatorio, realizando consultas en la calle -sin medios ni subvenciones-, abucheando a las fuerzas vivas (tradúzcase autoridades zombis) o presentando querellas contra adjudicaciones más que sospechosas. El chasco está asegurado: los oligarcas repiten como autómatas el mantra "el pesimismo está de retirada / estamos saliendo de la crisis" para tratar de resucitar (oralmente) al muerto. Autos de fe y trolas para seguir robando. Las señales que vienen de China -el gran prototipo de los BRICs, el experimento total del crash- revelan el reinicio continuo del desplome y la notoria falsedad de un sistema financiero definitivamente roto.

Por eso, hay personas que ya asumen el tiempo inaplazable y trabajan en lo común:
¿Vivimos una transición? Los límites ambientales y energéticos darán una vuelta de tuerca a la deslegitimación de tanta depredación de recursos, de derechos y de protagonismo social. Puede que asistamos a una transición humana, de radicalización de la democracia. O puede que se apueste, por parte de las élites, por forzar los cierres autoritarios desde arriba. Difícil mantenerse en medio, equidistante, ante la subida del desempleo, las rupturas de lazos sociales, las dificultades para encontrar una vida digna, un poco de apoyo social. Creo que sí, que el sistema asiste a una “bifurcación”: vivimos una transición civilizatoria, en muchos frentes, y ésta es inaplazable.
Un panorama de apaños, descosidos, gangas, chorizos y boñigas. Queda más que claro que mirar para otro lado no sólo es inaceptable desde un punto de vista moral, sino que además es inútil. Con estos mimbres, lo creas o no, eres mercancía y tu destino final es ser un deshecho. Por mucho que no te quieras enterar. Por mucho que lo cocinen:


lunes, 17 de junio de 2013

el silencio os hará libres



Corrupción, espionaje y silencio absoluto. Las recetas de los expertos de la nada. Siguen con las chanzas y las bromas pesadas, inevitables y reales. A ser posible, todas combinadas, como en Chequia. Un efecto dominó que que ya no esconde un malestar global y transversal. El mismo que las dos últimas semanas arde en Turquía o en Brasil. Ese al que el poder (o lo que quede de él), con las mismas excusas de "limpiar plazas" -al tiempo que saquea y emponzoña el patrimonio común-, patea cuerpos y derechos. Desinfectar, fumigar, gasear, tres en uno. Sugiriendo ensayos, a la catalana, siempre por delante. Porque ya sólo cabe esperar desde arriba -tiranos e incompetentes- soluciones finales, cuando el crédito de las ocurrencias (al igual que el otro) se agote. Porque a este ritmo, ya no vamos a tener ni donde caernos muertos.

#OccupyGezi

Agotado el suyo, el (des)gobierno lleva días haciendo el papelón de exigir el (otro) crédito a la banca. Lo que viene a ser como el bufón del genocidio financiero, declamando chascarrillos y chirigotas, con menos gracia (pero con más condiciones) que un plan de empleo juvenil. Un paripé con tanto confeti como los 800 casos de corrupción y 2.000 detenidos en diez años. Mientras, este país para (casi) nadie se transforma lentamente en una enorme jaula, al compás del nuevo (des)orden mundial en el que Gran Hermano ya no es un "experimento social" para televisión, ni una propuesta literaria. El espionaje masivo en Internet, el cierre de la radiotelevisión pública griega o el acoso y detenciones a reporteros gráficos y periodistas independientes forman parte del mismo paisaje de derribo a las libertades de expresión, de prensa y de información, de un mismo y calculado proceso de reclusión de la libertad a secas.


P.D.: No todo iban a ser penas, siempre hay algo de espectáculo y chispa en proyectos punteros como Solaria... ¿alguien se acuerda de Solaria a su paso por la tierra con nombre de vino?


sábado, 8 de junio de 2013

un país de chiste, un orden mundial miserable



Olaf: Mal trago

El Roto

Forges

Vergara: Lo peor ya ha pasado

Si el menú de realidad no se te ha atragantado, aquí tienes abundantes platos de fast food para recenar:
  • #SinWertGüenza: o cómo varios alumnos galardonados con los Premios Nacionales Fin de Carrera no saludan al menistro de la Involución y otras autoridades porque les parece "una falta de respeto" lo que están haciendo con la educación pública
  • #HolaDictadura: o cómo el neo-No-Do (TVE) censuró el desplante de los estudiantes
  • #1984: o cómo la Unión Europea se plantea considerar terrorismo la consulta de contenidos radicales
  • #TodoEsETA / #GoebbelsReloaded: Iturgaiz style o cómo difamar a la PAH y seguir viviendo de las víctimas del terrorismo año tras año
  • #ConciliateTú: o cómo sobre-cogerse por no demandar a Bárcenas pero sí hacerlo contra los impulsores de la querella por sus papeles porque "ofende al pueblo español" (sic)
  • #TodoEsETAGlobalEdition: o cómo extender de sediciosos la región del Bósforo
  • #OccupyGezi: o cómo usar la ironía y la creatividad como contundentes armas de sátira masiva
  • #EspíaComoPuedas: o cómo molestar a George W. Obama porque se filtra a la prensa su política de espionaje masivo
Y cuatro dosis de bicarbonato, cuatro píldoras de salud mental, combate y rabia:

domingo, 2 de junio de 2013

menú de realidad

Un reality menu para momios. Sigan atentos a sus pantallas (de plasma).

Entrante:

> Un tema capital. Don Tancredo, abucheado en París: "Quédate aquí y no vuelvas a España"


Principal:

> España, país low cost: destino tercer mundo


Postre:



Café, copa y puro:

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jueves, 30 de mayo de 2013

momio: la revolución era esto


España era mi fiesta

Si todavía queda algún iluso, sepa que el mercado libre no existe. A cambio, si es ilusionista, sabrá que se perfecciona el totalitarismo financiero y el régimen cleptocrático. La dictadura de las corporaciones, el monopolio de la mercancía, el cártel de la antipolítica es ya una distopía hecha realidad. Pero a un ritmo paralelo, esta suerte de capitalismo caníbal y crepuscular se degrada producido por sus límites y por cierto síndrome de abstinencia de la ausencia de cash. Una liquidez que se apaga, una economía zombi entrampada por el progresivo y autodestructivo automatismo del gran casino.

El escándalo de las preferentes es su síntoma a pie de calle: los grandes inversores cuentan con toda la información para especular con las acciones de la estafa Bankia, mientras los pequeños accionistas, muchos de ellos afectados por preferentes o subordinadas, pierden las migajas que les deja la ruleta financiera. Un atraco con la complicidad del estado. A no ser que te socorran unos hombres uniforrmados.


El brazo armado de la cleptocracia -(des)gobierno central, (des)gbiernos folclóricos- sigue legislando para cocernos a fuego lento, pero con tocino rancio: parados con prestación que trabajarán (casi) gratis para que no se oxiden y matamos dos pájaros de un tiro (un parado menos, un precario más); un banco malo con sueldos buenos; un comité de sabiondos matemáticos que desguaza el sistema de pensiones; un viejonuevo modelo de mordaza informativa... Y así hasta la detención en su propia casa de dos reporteros gráficos que, al parecer, molestaban con su trabajo a la policía:
Fuera de estos colectivos y ante la gravedad de los hechos, pasmosos silencios cómplices y lamentables equidistancias. Así está la profesión, por un plato de lentejas. Y lo que es peor, con soplones y colaboradores necesarios del montaje.

Ante este panorama cenagoso, el informe anual de Amnistía Internacional resulta muy revelador: impunidad y brutalidad policial, tratos discriminatorios a inmigrantes, vulneración del derecho a la vivienda... Los derechos humanos, esa nueva marca de papel higiénico. Los derechos laborales, enterrados en el barro: cuando no hay Justicia, sólo queda el recurso a la huelga de hambre. O acudir a exorcismos. Siempre con el patrocinio de #MafiaEspaña.

Así, no sorprende el retorno del autor intelectual de la crisis. El regreso de la momia, la coronación del momio, el dato que faltaba para vivir en el desvarío:
Verlo aparecer, como una apolillada marioneta de cartón piedra, sin asomo de autocrítica, orgulloso de sí mismo hasta el ridículo, ofreciéndose como salvador patrio insustituible, cerró el círculo del diagnóstico: vivimos en el delirio. Fuera de toda lógica, criterio u honestidad. Cuando uno se encuentra inmerso en el desquicie, padeciéndolo emocionalmente, se nublan los sentidos y termina siendo cómplice de la sinrazón. Eso nos está ocurriendo y Aznar y cuanto rodeó su aparición subliminal fue el dato que faltaba.
[Rosa Mª Artal, Viviendo en el desvarío]

Y por fin sabemos que la revolución era esto:
Porque estamos llegando a conclusiones necesarias, sabemos ahora que la boda de la hija del presidente Aznar en El Escorial fue para la cultura del pelotazo y el arribismo lo que la toma de la Bastilla para la revolución francesa y el asesinato de los Romanov para la revolución soviética. Era la culminación de una revolución, pero que en este caso no nacía de abajo contra arriba, del descontento del pueblo insatisfecho, sino desde la élite contenta y satisfecha sobre el pueblo apático. Para culminar esa revolución era imprescindible, de esto no cabe duda, que la década larga de Gobierno socialdemócrata hubiera vaciado a conciencia los cajones de la culpa y pregonara a los cuatro vientos que el mejor país es el país donde es más fácil hacerse rico rápido.
[David Trueba, Revolución]


sábado, 18 de mayo de 2013

un lodazal de inmundicia y sangre


GoreLand


La ignominia está de enhorabuena, ya que es lo único que crece en este país de ausencias. El régimen de la nada, esa burbuja que estalla en un lodazal de inmundicia y sangre:


Ahora que todos somos perroflautas, quedáis avisados: cualquier sistema que montéis sin nosotros, será derribado: