papeles de subinformación

domingo, 22 de enero de 2017

colapso vs indiferencia



[...] "El capitalismo socava cada día sus propias bases. Decir esto no es hacer una 'profecía' relativa al futuro derrumbe del capitalismo, sino resumir lo que ya se produce todos los días. El hecho de que ciertos actores económicos obtengan todavía grandes ganacias no debe confundirse -como muy a menudo ocurre- con el estado de salud de la sociedad capitalista en cuanto a sistema global de reproducción social. El hundimiento gradual de la civilización capitalista (si se quiere emplear este oxímoron) es patente. Pero no es en modo alguno el resultado de la intervención consciente de hombres deseosos de reemplazarla por algo mejor. Su fin llega por sí mismo, como consecuencia de su lógica básica, que es dinámica y autodestructiva, algo que la distingue de las sociedades precedentes. El capitalismo hace más contra sí mismo de lo que todos sus adversarios juntos hayan podido hacer jamás. Pero esto sólo es una buena noticia a medias. Este hundimiento no guarda ninguna relación de necesidad con el surgimiento de una sociedad mejor organizada: para empezar, porque es consecuencia de la acción de fuerzas ciegas que, en cuanto tales, son de suyo destructivas. Y a continuación, porque el capitalismo ha tenido tiempo suficiente para aplastar las otras formas de vida social, de producción y de reproducción, que habrían podido constituir un punto de partida para la sociedad post-capitalista. Cuando sobrevenga su fin, no quedará más que una tierra quemada en la que los supervivientes se disputarán los restos de 'civilización' capitalista. Ésta es ya la realidad cotidiana en una gran parte del 'Sur del mundo'; y empieza a serlo en una parte creciente de los países 'desarrollados', incluso en los extrarradios de las metrópolis. Abandonado a su propio dinamismo, el capitalismo no conduce al socialismo, sino a las ruinas. Si fuese capaz de tener intenciones, se le podría suponer la de ser la última palabra de la humanidad."

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